Tratamientos superficiales para piezas pintadas
14 / 01 / 2019
Cuando se somete a un tratamiento térmico o a un tratamiento superficial una pieza de metal lo que se busca es conseguir mejorar sus propiedades, lograr una mayor dureza y resistencia. A veces esas piezas, posteriormente, serán utilizadas sin ningún recubrimiento. Sin embargo, en otras ocasiones serán pintadas. En este post te explicamos por qué la pintura y los tratamientos superficiales están relacionados.
El fosfatado es un tratamiento superficial muy adecuado en estos casos. Este proceso es usado en piezas metálicas, sobre todo de acero, para prevenir la corrosión, mejorar la lubricación, pero también como base para recubrimientos o pintados posteriores.
La pintura tras el fosfatado
La pintura es el acabado orgánico que más se emplea sobre las piezas que han sido sometidas a un tratamiento de fosfatado. ¿Por qué? Sencillamente porque la pintura es el acabado que da una mayor protección contra la corrosión y, por lo tanto, es un complemento perfecto.
A su vez, el fosfatado es el mejor tratamiento previo para las piezas metálicas a las que se les va a aplicar algún tipo de pintura, esmalte o barniz. Aporta una base más adherente para que ese acabado posterior tenga mayor fijación e incrementa la durabilidad de los objetos pintados.
Si tu empresa trabaja con piezas metálicas pintadas, consúltanos y te asesoraremos sobre el mejor tratamiento para tu caso.